Jugar con delfines

       Hace tiempo ya que no se escucha hablar del delfin Gaspar, este verano no se ha dejado ver por las rías del Norte, al menos.Fue polémico por su sociabilidad, generando corrientes de opinión diversas, que lo presentaban como un peligro para unos y una experiencia inolvidable para otros.

             Lo cierto es que para los que tuvieron la oportunidad de verle o estar cerca de el fue algo poco usual.

       Para los integrantes del Club de Piragüismo de Viveiro fue mas bien lo segundo, una experiencia inolvidable y agradable para casi todos los que pudimos verle. Durante los días que estuvo por la ria los piragüistas bajábamos al agua con un poco de recelo (bañarse en el Cantabrico en invierno no es muy agradable....) pero con la firme intención de remar con el. No todos tuvimos esa oportunidad, pero para los que si la tuvieron, se presento curioso y jugetón, nadando a ola de los kayaks o intentando tocar la pala con el hocico, como un gigantesco perrito acuático  Casi todos compartimos la opinión de que en ningún momento supuso un peligro para nadie, casi, porque nuestro compañero Restituto no tuvo la misma percepción ....probablemente por la sorpresa del encuentro y por las impetuosas ganas de jugar del delfín, saldándose con un buen susto, cámara y móvil mojados y un buen chapuzón invernal.

             

            En otra ocasión y esta vez con delfines salvajes, tuvimos la oportunidad de acompañar a una manada tremenda, de entre diez y quince ejemplares, con varias crías en la ria, frente a la playa de covas, durante mas de una hora disfrutamos de un espectáculo único, siendo nosotros esta vez los curiosos, disfrutamos de sus saltos  y de la visión de las crias, nadando al costado de su madre.

      Gaspar,te echamos de menos....