Ríete, si...
Puede que una de las actitudes más potentes para estar un poco más feliz en la vida sea reírnos de nosotros mismos.
Puede también que estés pensando que de ti no te ríes ni tú, pero deja que te cuente un rato lo saludable que es lograr una buena autoestima y reírte de aquellos debates que a veces tenemos con nosotros mismos y con los que nos rodean, de las cosas que suceden y en definitiva de la vida.
Normalmente, cuanta más importancia otorgamos a un acto, hecho, palabra, acción o pensamiento, más tendencia tenemos a enfadarnos si las cosas no van como nos gustaría. No nos damos cuenta entonces de qué todo eso no es más que nuestra mente creando estructuras alrededor de un evento que en ocasiones no llega a ser real. Solo cuando esos eventos se derrumban repentinamente ( pierdes un vuelo, pinchas una rueda, la moto no arranca, la cita no llegó, no recibiste la respuesta que pensabas, etc, etc) tomamos conciencia de la importancia real que tenían.
Es en esos momentos de aprendizaje en los que aprendemos de nosotros mismos, pero la idea aquí no es castigarse con el látigo, sino proponerse aprender de lo que pasó y sonreír. Una sonrisa consciente, bondadosa contigo mismo, en la que reconoces que has perdido el vuelo por no acostarte temprano el día anterior, que has pinchado y no sabías ni donde estaban ni como usar las herramientas, que la moto no tenía porqué arrancar si llevaba dos meses parada, o que citas y respuestas pueden perfectamente decir “no” o no aparecer.
Sonreírme me hace soltar ese estrés innecesario si ya comprendí las causas de lo que me han traído hasta aquí, pero no confundas eso con reírse de tus debilidades, se trata de no tomarte en serio las creaciones de tu mente y castigarte además por ello con frases como: “ siempre me pasa algo con los vuelos”, “ahora los coches ya no traen kit anti pinchazos”, “ menuda mierda de batería/moto” o “no tengo suerte con esto o con aquello”.
Podemos reírnos de nosotros si somos responsables de nuestros actos, de nuestras vidas y asumimos de una vez que todo lo que nos ocurre tiene que ocurrir y sirve para que aprendamos algo.
De las virtudes de sonreír pues preguntar a la IA o a Google, también a ti mismo: la respuesta ya la sabes, todo es mejor!
Comentarios
Publicar un comentario