Estaca de Vares

      Aprovechando el fin de semana y el estupendo regalo de cumpleaños de mi pareja, nos dejamos caer por la estaca de Vares. Puede que para muchos no sea un destino turístico de primer nivel, pero si es un sitio con mucho encanto y una gran belleza.
        Vares es un pequeño pueblo situado casi en el extremo del cabo, pero hacia el interior de la ria.Consta de dos partes, la Vila y el Puerto, siendo esta ultima la de mas interés turístico, con algún hospedaje y varios restaurantes.  Cuenta con un dique Fenicio, del siglo V antes de Cristo.
        Pero lo mejor probablemente sea alejarse del pueblo y adentrarse en los alrededores a pie,  pudiendo ser, y maravillarse con la belleza salvaje que nos ofrece la zona. Este cabo, el mas septentrional de la península, sirve de separación imaginaria entre el Cantábrico y el Atlantico. Cuenta con un faro de importancia y muy cerca, se hallan los restos de una antigua base militar estadounidense. Cerca de esta existe un observatorio ornitologico y un poco mas abajo, casi en el acantilado,unos antiguos molinos de agua. A todos estos lugares se puede llegar caminando con facilidad dejando el vehículo en el aparcamiento del faro.
           El mar en este cabo nos deleita con toda su bravura durante la mayor parte del año, siendo raras las ocasiones para verle en calma, aunque este fin de semana fue una de esas pocas ocasiones, digna también de disfrutarse. El amanecer y el atardecer en el cabo dejara sin duda en nuestra memoria unas de las imágenes mas bonitas que podamos observar, con el Picon de Loiba al fondo a un lado y la ria del Barqueiro (que parece que debe su nombre a la necesidad antaño de usar los servicios de un barquero para cruzarla) al otro. Al frente se observa la isla Coelleira (la llaman así por albergar muchiiisimos conejos antaño), cargada de leyendas acerca de los monjes que la habitaron, con suposición de albergar en Santo Grial incluida, y la isla mas grande del norte de la comunidad.

         Si el cabo nos ofrece mágicas vistas, el llamado Semáforo de Bares, no se queda corto. Se trata de una atalaya con unas vistas inmejorables de la ria y del cabo, coronada por un  acogedor hotel, en el que pasamos la noche. Noche, que por suerte en nuestra habitualmente nublada Galicia se presento despejada, y gracias a la escasa contaminación lumínica podía apreciarse un cielo espectacularmente estrellado.
         A unos seis kilómetros tenemos la villa del Barqueiro, donde podremos disfrutar de una variada oferta gastronómica y de un buen lugar para alargar un poco la sobremesa. Y ahí cenamos, en una preciosa terraza, encima de los galpones, un local nuevo, muy bonito, justo a pie del puerto. A quince minutos en dirección Ribadeo se encuentra Viveiro, una población mas extensa y con mas oferta lúdica.

       En fin, si quieres un sitio bello,tranquilo,con su toque místico y sus historias, este está al norte del Norte.


     
 

Comentarios

Entradas populares