La importancia del aprendizaje de la seguridad en el Kayak de Mar

La práctica del piragüismo es un deporte bonito, exigente, reconfortante y cada una de sus vertientes tiene un atractivo diferente, con el rasgo común de remar para propulsarte y mantener la estabilidad.
     Normalmente, los acercamientos a este deporte comienzan por pruebas con kayaks autovaciables, de los que pueden encontrarse en las empresas de alquiler o de los que suele tener un amigo en su casa y te lo presta para que des un paseo. Éstos normalmente son anchos, muy estables, vas sentado encima y su manejo es sencillo, siendo fácil disfrutarlos desde un primer momento y difícil caerse. Son ideales para paseos en compañía, pesca, para la playa y para un montón de cosas más. Sus prestaciones para iniciados son un poco pobres, pero para los novatos, estas prestaciones se traducen en estabilidad y facilidad para el reembarque, algo fundamental para no correr riesgos innecesarios. Otras veces, los acercamientos vienen por escuelas de piragüismo, pero en este caso los inicios suelen estar monitorizados y el aprendizaje , la adquisición de equilibrio y manejo de la pala, etc, avanzan rápido desde el principio.
   
     Seria para mi muy complicado explicar aquí todos los factores que intervienen en la seguridad en kayak, más que nada porque creo que es imposible. En esto intervienen tantos parámetros y tantos detalles, que incluso el más preparado y avezado kayakista se encuentra a veces en situaciones comprometidas.
      Mis inicios en este mundo fueron precisamente en este tipo de embarcaciones, pero la suerte y el hecho de vivir en un lugar privilegiado para la práctica de este deporte en condiciones bastante seguras, hicieron que fuera sobre todo una experiencia agradable, sin mayores sobresaltos. Con el tiempo, y gracias a la gente del Club de Piragüismo Viveiro, pude dar los pasos para el aprendizaje de las medidas de seguridad básicas, los rescates, el equipamiento, los esquimos, etc.

      Y este es el sentido de esta entrada. Que podamos disfrutar de la práctica del deporte de forma segura, y que, en la medida de lo posible, nos preparemos para los desafíos que vamos a afrontar, dependiendo de nuestro nivel, y quizás lo más importante, que tengamos la sangre fria para reconocer las situaciones que nos superan y no enfrentarse a ellas, así como la capacidad de observación del entorno para anticiparnos en lo posible a dichas situaciones.
      Lo malo de todo esto es que no es fácil entrenar esto solo. Es mejor y más rápido que alguien te enseñe, pero por desgracia los practicantes de este deporte, están a veces demasiado lejos de los Clubes y esto dificulta las cosas. ¿ Puede aprender uno solo ? La respuesta deberia ser afirmativa, por poder, se puede, pero un compañero experimentado te enseñara en un día mucho más de lo que tu aprenderás `por iniciativa propia, te puede enseñar a observar, a realizar apoyos, a reconocer una zona de bajos, a girar el kayak y te corregirá si no lo haces bien. Te informará sobre lo que no estas haciendo bien y de que cosas son importantes para la navegación.Por desgracia, no todo el mundo tiene un club al lado de casa y menos a un kayakero iniciado
      Siempre he alentado a mis amigos y conocidos a practicar el kayakismo, pero a veces te encuentras con sorpresas.
      El año pasado, durante el curso, tuve el placer de conocer a Dani, un chico de unos 20 años, aficionado a los deportes. Como a muchas otras personas de mi entorno le hablé del piragüismo y le animé a probarlo. Terminado el curso, durante el verano, perdí el contacto con mis compañeros, volviendo a retomarlo estos días, con el inicio del nuevo año escolar.
       Una de las aventuras veraniegas que me contó Dani al poco de vernos fue su acercamiento al mundo del kayak. Contento, le pregunté que tal había sido su experiencia, y ahí se me puso un nudo en la garganta...
      Dani alquiló un autovaciable, y sin chaleco ni consejos salio a remar en una zona bastante expuesta, con la confianza que le da su edad y sentirse fuerte, divirtiéndose con el oleaje y sintiendo esa magia que solo el hecho de enfrentarse al mar movido deja en el cuerpo. Con esas sensaciones repitió experiencia, pero ese dia no hubo tanta suerte. Con un mar mas movido, emprendió la navegación, pero mas o menos a un kilómetro de la playa, presumiblemente en una zona con bajos, una ola ( según el de unos dos metros ) le sorprendió por detrás y le mandó al agua. Y pasó lo que suele pasar: la pala por un lado, el kayak por otro y él en el medio, sin saber que hacer ni a cual dirigirse primero. La suerte hizo que, no sin esfuerzo, llegase a la pala y recuperase el kayak, pero al limite de sus fuerzas y con un susto considerable.
      Todo acabo bien por una mera cuestión de suerte, pero no siempre es así. El reino de Poseidón no es lugar para débiles, el agua que tanto placer nos da, puede en minutos convertirse en nuestra enemiga, las condiciones pueden cambiar en momentos y siempre hay que llevar un margen considerable. No pretendo asustar a nadie, nada más lejos de mi intención, pero si que pretendo enfatizar en el hecho de que necesitamos aprender para disfrutar con seguridad.
 
     Internet es fuente de conocimientos, pero a veces estos están tan ocultos que son difíciles de encontrar. Como mínimo deberiamos buscar información en la red. En España tenemos un foro :kayakdemar,  donde compartir experiencias y conocimientos. Tenemos una página muy interesante para mirar conceptos:www.kayakpaddling.net, varios blogs, la página de la agkm, el blog de Manolo Pastoriza, y seguro que más, pero con estas tendremos información suficiente para no cometer tantos errores de base.

     Si esta entrada tan solo sirve para aglutinar enlaces y facilitar las cosas a gente como Dani, ya habrá cumplido su objetivo.
     
   
   

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