De coincidencias, del destino y más cosas parecidas.

Hace un tiempo escribí una entrada acerca del Secreto. Es una visión del funcionamiento de las cosas que me parece muy interesante y que puede ser muy beneficiosa si se emplea correctamente. Como reza el dicho : " ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad ".
     Hoy, después de un tiempo de aquella entrada y habiendo cambiado ligeramente mi perspectiva acerca del asunto ( que me parece fascinante ), os cuento lo que yo creo que son pruebas de que nosotros mismos creamos la realidad y el destino que tenemos.
    Hace unas semanas,un buen amigo me contaba sus penas en la terraza de un bar, tras unas cervezas y algún cigarrillo. Se mostraba triste y pensativo por haber perdido a una chica con la que mantenía cierta relación. Yo poco más hacia que escucharle, dejé que hablara y se desahogara. -" Al principio era ella la que quería algo conmigo "- decía  pero él le había dicho que no quería saber nada de ella. Durante un buen rato narró los hechos que le habían llevado a tomar esa decisión y se le notaba enérgico, enfadado. Después de un larga pausa, reconoció que había sido culpa suya y comenzó a parecer derrumbado. Analizamos largo y tendido esa tarde-noche el porqué de lo que había ocurrido y llegamos a una conclusión : era lo que el había deseado. En aquel momento Javi mantenía dos "relaciones" al mismo tiempo. Se veía con las dos chicas regularmente y no tenia intención de que eso cambiase, pero no aceptó ningún compromiso con  ellas. Con el paso del tiempo, una de ellas dejo de tener relación con el y Javi se volcó en la otra. Pero lo que había deseado durante todo este tiempo, se había hecho realidad, y para ella él ya no era una opción. Mi amigo, cabreado, le dijo que no quera volver  a verla, pero es mentira. Durante los últimos meses, lo que más ha deseado es verla. Por eso esta triste... alguien podría decir que eso le ha pasado por querer abarcar mucho y sujetar poco. ¿ Pero que puede haber más fuerte que tus propios deseos? Javi recordaba cuando era ella la que le proponía quedar para verse y era él quien la rechazaba y pretendía adecuarla a sus " condiciones".
      También está el hecho de que Javi se reconoce como un egoísta  mientras mantuvo relaciones con la segunda chica en cuestión, se sentía fuerte para condicionar a la primera." El poder corrompe", decía una de las pocas veces que sonrió. Pero lo que realmente lo tortura es que no hecha de menos a la primera, sino a la segunda, a la que más condicionaba. Ahora desea verla, y me atreví a darle un consejo de los que aparecen en el secreto:" piensa bien lo que sientes, aclárate  solo falta que tu deseo de verla haga que el universo influya en que se mude con su novio enfrente a tu casa". Entre risas se quedó mirándome y me dijo: "no hecho de menos a la segunda chica, sino a la primera".
      Puede que todos hayamos pasado por una situación similar en algún momento de nuestra vida, pero mantener la mente fría y el ego contenido no es tarea  fácil, pero no es ese el tema que quiero tratar.  A donde quiero llegar es que Javi si estaba viendo cumplidos sus deseos, pero no inmediatamente. De todas formas esto nos da una idea de lo poderosa que es esta arma. Si deseas algo con la fuerza suficiente, sucederá y debes ser consciente, consecuente y realista con lo que quieres. Si se produce una contradicción ( un deseo condicionado, por ejemplo) se produce una " conmoción en la fuerza" que  hace que las cosas salgan torcidas. Quizás el punto a tener en cuenta es el hecho de no desear cosas negativas hacia otras personas, ya que, como en el caso de este hombre, lo que recibes es un reflejo de lo que deseas.
   
     Para que no se ralle nadie con el tema, paso a comentaros la siguiente ( a mi modo de ver ) prueba del poder de nuestros deseos. Esta  no es otra que las coincidencias. Aunque es un debate largamente realizado a lo largo del tiempo, para mi, esta bastante claro. No existen las coincidencias. Solo son deseos lanzados al universo con muchísima claridad y que son devueltos de forma sorpresiva e incrementada.
   
     Si deseas ver a alguien  lo verás, no será una coincidencia. Si deseas saber algo de alguien, lo sabrás, tampoco sera fortuito, por mucho que lo parezca. Os voy a poner otro ejemplo, por lo menos hasta que mis amigos se reconozcan en esta entrada y me obliguen a borrarla.
      Lo llamaremos Kevin, por ser rubio y por mantener esa tendencia que tenia Kevin Schwantz a perder el contacto de los neumáticos de su moto con el suelo. Kevin siente una fuerte atracción por una chica que acude con el a clase de idiomas. Ella es muy agradable con él y aparte es especialmente guapa ( he tenido ocasión de verla ), así que, para tener más detalles acerca de ella, decidió preguntar a sus conocidos. Pues durante semanas la información que le ofrecieron no era mucha, así que, sin intencionalidad aparente, me ofreció ir a tomar un café el Domingo por la tarde a una localidad vecina, donde, también por "casualidad", nos encontramos a mi hermana, que, "casualmente" tiene la edad de la chica en cuestión.
      Así fue, y lo primero que hizo Kevin nada más sentarse en la mesa, fue preguntarle a mi hermana por la citada chica, pidiéndole ésta que guardara silencio. En la mesa estábamos sentados los cuatro ( Kevin, mi hermana, su novio y yo ) y de pie, recién llegados una pareja de unos 50 años. Guardamos silencio hasta que la pareja se marchó, y sonriendo, mi hermana le comunicó a Kevin que eran los padres del novio de la citada chica. Ya tenia las respuestas que había ido a buscar. Poco tiempo después, me reconoció que su intención de ir a ese pueblo era ver a mi hermana, para que le diera la información ( poco agradable...) que recibió. Todo había obedecido a sus deseos desde el principio, pero en el momento parecía ser fruto de la mas pura casualidad.
 
    Estos son ejemplos de unos hechos que me parecen evidentes, aunque son libres de ser interpretados como guste a cada uno, como digo, es la eterna discusión, conozco personas que prefieren pensar que los hechos son aleatorios o que obedecen a un plan predefinido.

    En mi caso, tengo claro que no es así, que podemos conseguir todo lo que deseemos, que podemos ( y lo  hacemos constantemente ) influir y definir nuestro destino y llevar la vida que queramos. Solo tenemos que despejar los nubarrones. Y digo "solo" cuando eso es la tarea más difícil de llevar a cabo. No guardar rencores, desear la felicidad para los demás, desear y mantener actitudes limpias y optimistas hacia lo que  nos rodea, puede obrar el milagro de que nos sea devuelto lo mismo, aunque esta sociedad que hemos creado tiene mucho que aprender.
     No creo que esté comentando nada nuevo. Como reza El Secreto, todo esto lo sabían ya hace tiempo, y muchos de esos conceptos provienen del budismo y otras referencias históricas. Podéis animaros a probar, como poco, se os reconocerá como buenas personas....
     

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