Aquí, ahora.



Me parece curioso que después del año que llevamos, toda esta maraña que nos ha traído la nueva realidad, tenga ganas de compartir algo con vosotros que, por cierto, no tiene nada que ver con esto de lo que estoy hablando...o tal vez si. Arrancamos!

Llevaba unos días leyendo mensajes navideños en las redes sociales y vaya, pensé, me gustaría tener el mío propio. Después de darle vueltas al tarro y tratar de escribir un mensajito con algo de contenido más que la típica reflexión sobre
el 2020, después de deshacerme de la toxicidad imperante este año en torno a las felicitaciones ( o todo en general...), se me ocurrió dejaros una de las lecturas que para mí ha supuesto un verdadero cambio en este 2020. Algo que considero útil para muchos de los que me leéis y que seguramente no te dejará indiferente. 

Cómo antesala, una breve introducción: para mí no fue la primera lectura sobre el tema, de hecho soy asiduo de varios canales de este tipo de temáticas, me he decidido por este por su formato de preguntas y respuestas, además, su autor es alemán, con lo que sus ejemplos nos son más familiares que los de los maestros orientales. Lo comparto en audiolibro de YouTube, pero si lo buscamos, seguro que está en las plataformas de podcast o PDF ( para ahorrar datos ).


 El contenido es peligroso, el camino puede traerte fantasmas del pasado, conflictos sin resolver, cuentas que saldar, tristeza y emociones, cuestionamientos, y el resultado puede traerte la felicidad, el amor puro e incondicional, la ausencia de sufrimiento, la inocencia y la libertad, la presencia...y lo mejor, es que la herramienta la tienes, aquí y ahora.

Iba a desearos felices fiestas, pero os deseo una feliz vida en cada instante de ella, con cada cosa que hagáis y el cualquier situación. Al fin y al cabo, cada momento es perfecto en si mismo, consecuencia de una suma de momentos perfectos, en los que a veces no estamos del todo presentes.

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