Esos optimistas...

          Esencialmente, me considero un tipo optimista. Aunque la vida a veces te golpea duro ( a veces incluso muy duro...), tengo tendencia a ver siempre el vaso medio lleno, o incluso llenisimo, diria mi amigo Ramón.

      Lo cierto es que a veces, en conversaciones de grupo o con personas menos optimistas me siento un poco descolocado. Suelo tener la tendencia a atribuir las dificultades mas al carácter de las personas, que a la vida misma. Vamos, que pienso que cada uno hace su propio camino, así que cuando alguien insiste en que la mala suerte o las dificultades le persiguen, suelo pensar que esta dramatizando.
      Algunos (los mas pesimistas) pensaran que en mi vida no hay problemas.....y nada mas lejos de la realidad. Como la mayoría de las personas tengo días de todo tipo: de insatisfacción laboral,  personal, de averías, de golpes, de responsabilidades, de poca pasta y de proyectos e ilusiones rotos, etc. Creo que como todo ser humano. Lo único que cambia es que intento ser positivo, unas veces con mas éxito y otras con menos, pero intento sacar algo bueno o constructivo de todas las situaciones de mi vida.
      Creo que el optimismo es el proceso natural para enfrentarse a los retos, a las perdidas, a la vida e incluso a la muerte. En la mayoría de las dificultades suelo pensar: "voy a intentarlo, y si no me sale....mañana sera otro día".

        Y así es. En casi todos  los casos, un nuevo día trae una nueva oportunidad, o una nueva perspectiva para ver las cosas. Y como alguien dijo: " si un problema tiene solución, para que preocuparse......y si no la tiene, ¿ para que preocuparse ?"
      Muchas de nuestras preocupaciones no tienen nada que ver con la realidad, es mas, nunca ocurrirán, y lo sabemos. Aun así, nos preocupamos como si con ello pudiéramos solucionar algo. Es una actitud que no nos traerá mas que insatisfacción, y aun así lo hacemos constantemente.
      Hace un tiempo, vi en la televisión la historia de un africano que vive en una ciudad española (no recuerdo cual), que subsistía vendiendo pañuelos. Lo que me impactó, fue verle cantar cada mañana una canción de su tribu, a sus dioses,para agradecerles el haber encontrado un hogar, que no era mas que un conducto de desagüe  que no funciona en un muro de hormigón.
     Este mundo no es perfecto, no tiene que serlo, pero no es tan malo, siempre puede empeorar y mucho, así que por favor, alegría y optimismo. Cuando seamos mayores y veamos nuestras vidas casi al final, nos arrepentiremos de no haber disfrutado mas.

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