La pirámide invertida.

Es posible que vivamos uno de los mejores momentos para la filosofía. En pocas ocasiones los avances tecnológicos y de bienestar (aunque no seamos muy conscientes, en pocas ocasiones el ser humano ha vivido tan cómodo) la necesidad social de profundizar en los aspectos más abstractos o espirituales ha crecido de forma pareja.

Y precisamente en este mundo de satisfacciones inmediatas e información desbordada, surge cada vez con mayor frecuencia la insatisfacción y la falta de comprensión de nosotros mismos, la frustración de relacionar felicidad con dinero y la incapacidad para lidiar con los aspectos más mundanos del dia a dia sin vernos desbordados por emociones negativas.

Sujetados cada vez mas al mundo a través de la tecnología, se antoja cada vez mas difícil tener relaciones humanas sencillas con las personas que nos rodean, y haciendo un breve repaso esto incluye a toda la esfera cercana a nosotros, creando en muchas ocasiones dinámicas de soledad, de criticas o cotilleos, de juicios vacíos que generan insatisfacción en todas las partes de la ecuación.
En algunos casos la diferencia entre lo percibido "fuera" y en nosotros es muy grande y difícil de soportar, viendo éxito, belleza, seguridad, estabilidad e inteligencia en las personas en las que nos fijamos y todo lo contrario en nosotros, incapaces de alcanzar esos logros en los niveles que nuestra mente nos indica que debemos lograr.

Así, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos, de ayudas para dormir o llevar bien el día campan a sus anchas entre nosotros, desbocados caballos en la búsqueda de la felicidad de la manera que sea, a pesar de todo y caiga quien caiga.

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Y la felicidad como negocio llega. Por que los expertos en marketing así lo intuyen, el próximo problema a solventar por nuestras sociedades es la búsqueda de la felicidad, ya asentados en el bienestar y la inmediatez, le felicidad llegará en forma de curso, de variopintos retiros en los que te fumes el sapo, chupetees la planta o te untes la piedra, siempre desde tu zona de confort, tranqui, la pastilla azul de la que no te has leido el prospecto porque tiene mas de tres lineas.

Si, todo lo que sustituye al dolor tiene efectos secundarios, el dolor tiene una función en nosotros, debemos sentirlo, debemos asimilar su enseñanza, debemos crecer con él. Y esamos preparados, lo estamos para todas y cada una de las cosas que nos trae la vida, por dolorosas que sean. Porque aunque tu imaginación esté ahora mismo con mil imágenes crueles que yo no podría soportar, tus abuelos las han vivido, tus bisabuelos las han padecido y miles de personas en el mundo en este preciso y precioso instante están viviendo la más oscura de tus pesadillas.

Pero es posible que la tuya esté solo en tu mente.

Y que hayas decidido identificarte con tu miedo, integrarlo en tu vida, hacer de una herramienta tu propia identidad

Y que eso esté guiando tu vida y ni siquiera seas capaz de verlo... ¿Quién yo? Si tu... no lo ves, no vemos los límites de las cárceles que hemos construido, no sabemos ni a donde llegan y menos donde está la puerta de salida. Y nadie nos ha enseñado a ver las señales, nadie no ha avisado de cómo funciona el miedo, el "no me gusta", el "soy así".
Así que nuestra sociedad ha hecho las carceles de unos tan grandes que queremos que quepan muchos, que todos nos identifiquemos con algo, que usemos etiquetas, pronombres, que elevemos nuestras percepciones de nosotros mismos por encima de los demás como fórmula contraria a la introspección, al autoconocimiento, a la autoestima sana, al cambio en la vida.

Y perdidos, caminamos como zombies hasta la siguiente compra, hasta el siguiente fin de semana, hasta el siguiente salario, hasta el siguiente viaje, hasta el siguiente teléfono. Como zombies poco más que capaces de reconocer a otros zombies que van en la misma dirección y todos con muchas ansias de acabar con los que no son como ellos. Creemos más zombies., unámosles para cualquier cosa, para que sean jefes, para que sean empleados, para que sean de un partido, de otro, para que en definitiva tengan "razón" y se reafirman cada vez más en su zombificación.

Puede que en algún momento esa vocecita dentro de ti te diga "ya basta", que te sientas un dia con la mirada perdida en el horizonte y recibas la sensación de que ese ha sido el mejor momento del día.
De que no importa a donde vayas, con quien, no importa lo que te compres, lo caro que sea, no importa nada si no hay consciencia detrás de lo que haces. Y ese día decidas que lo mas importante es estar consciente, lo máximo posible en cada momento, sacando todo en partido al aquí y ahora.
Ese día se inicia un sendero pedregoso, el más angosto y difícil de la vida, pero el más satisfactorio.
Ese sendero te lleva al único lugar donde debes estar, a ser el ingeniero de tu vida, de tus relaciones, de tu sufrimiento, de tu crecimiento. Pero es un camino que se hace día a día, en el que cada paso es importante, en el que se necesitan buenas piernas, buenos zapatos y la firme intención de disfrutarlo, sin que el ansia de ver la cima pueda más que la firmeza de tus pasos.

El sendero implica renuncia, al tiempo, al objetivo, a los atajos, solo el camino y cada paso, solo lo que cada momento nos ofrece, sin mirar atrás constantemente ni mirar adelante midiendo cuánto falta. Reevaluando constantemente, aprendiendo de nosotros continuamente, alejándonos cada vez más del ruido que hay afuera para descubrir lo mucho que hay donde creemos que no hay nada.
Y la vida comienza a llenarse de quieros, genuinos y gratificantes, quieros que antes rechazabas escuchar, comienzan a llegar a tu vida las ganas de hacer, de crear, de compartir. Quizás dejes de querer ganar, quizás dejes de querer lo óptimo, de estar por encima, de envidiar lo de otros y sentir la dulce y serena sensación de paz, de serenidad, de que el rio de la vida fluye ya no entre fines de semana, entre viajes, entre compras, sino en entregar cada dia a mundo la mejor versión de ti mismo, de la manera mas sencilla hasta la mas compleja, apartando los miedos propios e incluso los ajenos seguro de ti, creando cada dia tu realidad y los cimientos de la que vendrá.


Hay quien dice que la vida es una pirámide invertida en la que nosotros somos la base y creamos todo lo que viene después. Así que todas estas palabras son un invitación a que te transformes en la base de tu propia pirámide.




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