De repente, todo esta lleno de musarañas....

    Y no lleva doble sentido. Tal vez por coincidir con su época de reproducción, desde hace unos días, no dejo de encontrarme a estos pequeños roedores por todas partes.
     Por desgracia...la mayor parte están muertas, la mayoría cayendo en " manos " de nuestros gatos domésticos y otra parte a manos de sus depredadores naturales.
     La que tenemos por aquí es la Musaraña Común, es chiquitita como la mayoría de sus congéneres, y como ellos, sus  órganos visuales son bastante pequeños, dando mucha importancia al olfato y el tacto para su desempeño habitual. Echando un ojo por la red, me he enterado de que no suelen superar los 9 cm y los 12 gramos de peso. Seguramente habéis podido ver en alguna ocasión la curiosa caravana que forma la madre al transportar a su prole con las crias agarradas a su cola una tras otra.
     Como en otros casos de nuestra querida fauna local, la mayoría de los viandantes y viandantas no reconocen a este pequeñín por lo que es, confundiendolo con un ratón de campo o cualquier otra cosa, a la que categóricamente llamamos ratón.

     En otro orden de cosas, comen muchísimo  casi su propio peso cada día  y son muy activas, tanto de día como de noche, y ( siempre según la Wikipedia ), se pueden morir si pasan mas de cuatro horas sin comer. Tienen también unas glándulas que despiden un olor desagradable, arma que usan para que los que puedan olerlas no tomen la decisión de comérselas. Ya sabéis, no todos los ratones, son ratones.