Quién soy?

Y un buen día te levantas y te das cuenta de que has estado toda tu vida tratando de saber quién eres. Reflexiones sobre algo que he escuchado no hace mucho...



No eres, lo que haces te define. 


Eres todo, luz, agua, mineral, electricidad, pensamientos y acciones, eres y punto, sin límites. 

Son esos límites del "soy" los que te arrastran a los conflictos de la vida, son esas determinaciones del "yo" las que te enfrentan a la vida, a lo que es, al todo.


Es ahí, cuando dejas de buscar quién eres y comienzas el camino de hacer bien lo que haces, sin buscarte a ti en ello pero poniendo tu atención completa, donde sucede la magia y comienza a sonar la música.


Y ese puede ser un buen ejemplo; imaginate aprendiendo a tocar un instrumento, tratando torpemente de poner tus dedos sobre las cuerdas, tratando de tocar aquella cuerda y no la otra, pensando cada paso, cada nota, cada lección, una vez, otra, otra, otra con más cuidado, en la siguiente habrán sonado 4 notas e iras a meter otra nueva.


Al tiempo, una melodía fluirá entre tus dedos, al tiempo crearás tus propias melodías, una música perfecta que no requiere que te acuerdes de nada, fluye desde tu mente hacia el instrumento sin más, en automático.

Así somos los seres humanos y algunos de esos talentos vienen de serie, otros en cambio deben desarrollarse.


Claro…?

No, primero debo saber quién soy, de hecho, sé que tengo muchas capacidades y sé que ignoro muchas más.

No sé quién soy, pero tú sí. Sabes de mi por mis actos, a donde llegar conmigo o ni siquiera poner un pie, en esencia sabes cómo es alguien antes de conocerlo a fondo porque está en nuestra naturaleza y en nuestro desarrollo conectar con los demás y reflejarnos a un nivel muy profundo.

  

Otra cosa es que hayamos decidido no escucharnos a nosotros mismos e ignorar nuestro reflejo...

Sabes que tu pareja es tóxica mucho antes de tu divorcio,  sabes que ese amigo o familiar te está haciendo daño mucho antes de que todo explote en la cena de Navidad, lo sabes porque te reflejan una parte de ti que conoces perfectamente...

Otra cosa es que hayas decidido confiar en otros…en lugar de en ti mi mismo. 

Sabes que hacer, sabes cuánto, cuando y como. Pero no dejas hacer.


Decía Diego Dreyfus que tenemos miedo de nuestra luz, de nuestro ser.

 Miedo al éxito, a estar expuestos, a ser los que estamos destinados a ser, una luz para los que están a nuestro alrededor, un potencial ilimitado y real, una máquina perfectamente equipada para dar forma al mundo que la rodea, con la única tarea de aprender a manejar una máquina diseñada para surfear la ola de la vida.


Comentarios

Entradas populares