Con amor.

Hoy celebramos el Día de los enamorados, un día señalado por un niño que vuela tirando flechas de dos en dos...o por separado.


Aprovecho la ocasión para hacer alguna reflexión, porque con el tema del Amor hay mucha confusión.

Y es que al enamorado la razón le han robado,  Venus, Afrodita, Morfeo, Baco, Dionisio, Cupido, han acordado jugar con ella un partido despiadado.

Así, el enamorado no tiene voluntad, no come, no duerme, no razona ni comprende, vive del olor que desprende su amada, la desea a todas horas y tiene la mente atormentada. 

Por fortuna los dioses se cansan y los amantes recuperan la razón, sorprendidos muchas veces por tanta cantidad de revolcón.
Devuelta la cordura, los amantes aterrizan en la realidad, un poco resentidos por las acciones de tanta deidad.

Y es ahora donde dos desconocidos dejan de estar enamorados para, en muchas ocasiones acabar separados, más a veces, entre la niebla de los deseos, del yo el  tu y el ellos, después de superar el querer, los amantes aprenden a aceptar y comprender. 
A ver al otro como es sin juicio, sin pretensiones de cambio, aceptando que no es perfecto al igual que uno mismo, amando desde la pureza del corazón, desde la razón, entregando y compartiendo las debilidades, sin miedo. 

Y ya no son dos, son uno en individualidad, a veces parece que llevaron juntos toda una eternidad, otras que recién se acabaron de conocer. 
Su lenguaje es el cariño y la comprensión, una mano que tira de ti y de la que tú tiras, el mundo que antes era de uno se comparte y se expande, un día tras otro, una realidad tras otra, se construye la palabra confianza con las letras de ambos, se crece al unísono y no a  costa de, no somos medias frutas, somos frutas completas y libres, llenas de poder y decisión, no necesitamos, compartimos.

Entendemos entonces el amor como decisión, como vocación, decidimos amar lo que es, confiar en la potencialidad de lo que será y trabajar en nosotros mismos para dar lo mejor sin pretender nada a cambio. Y es ahí, en ese lugar que a primera vista parece desolador y de renuncia,  donde llega la recompensa, el crecimiento, el respeto, la tranquilidad, la serenidad, el amor, la felicidad

 Se que que con la reflexión me he excedido,  pero es que quien le ha dado un arco y flechas a un querubín con alas, está loco perdido.

Feliz día a día!

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