Vida

Cuántas veces te has preguntado para que estas aquí? Cuál es tu objetivo en la vida, que debes hacer, cual es tu propósito, donde debes estar y para que? Cuántas veces as querido ser otro, otra, estar o no estar, saber o no saber, cuántas te has sentido perdido y has necesitado una señal de que tu vida tiene un sentido? Quizás muchas o quizás no tantas, no importa. El lugar que tenemos hoy en nuestras vidas es el fruto de las acciones que hemos llevado a cabo a lo largo de nuestras vidas, todas ellas nos han traído aquí, a este momento y están inevitablemente conectadas. 

A veces nos pasamos toda la vida esperando señales, y muchos no las vemos, quizás por qué nosotros mismos nos hemos puesto una venda en los ojos o hemos dejado de buscarlas. Señales que cuando llegan son sobrecogedoras, inmensas y tan fuertes que se sacuden tus cimientos, señales que te postran como observador y parte, como responsable, víctima, como pasado, presente y futuro. Señales que llegan del más allá, de más allá de las miles de estrellas que se dibujan en el azul de tus ojos, del sobrecogedor infinito tras ellos, señales de amor, sencillo, maravilloso, cálido, suave. Vida, me has dicho quién soy, me has traído hasta aquí para esto: todos mis errores, mis aciertos, todos mis excesos y defectos, todo lo que he sido y lo que siempre he querido ser, me lo has mostrado en una mirada... Me has enseñado que puedo vencer a mis miedos, que el amor y la belleza tienen mil formas, cada cual más sencilla y todas al alcance de la mano, me has enseñado que las personas tienen miedo y tratan de esconderse, que tú haces que afloren y se los muestras, y que la completa felicidad es ese momento en el que tú sonrisa se une con tu mirada y se esparce entre los presentes, magia... Me estás enseñando mucho en poco tiempo, quizás yo no esté aquí para ser tu maestro, sino para ser tu alumno...

Gracias