Merece la pena?

Cada día mientras desayuno, dedico unos 5 min a revisar las noticias que amablemente la gran G me proporciona teniendo en cuenta mis gustos y búsquedas frecuentes, o al menos eso intenta, pues por el medio también me ofrece otras lecturas que no busco ni he buscado en mi vida.
 La mayor parte son noticias relacionadas con el mundo de la telefonía móvil: novedades, pruebas, desempaquetados y demás, noticias de un mundo que avanza a pasos agigantados, al menos a tenor de la cantidad de artículos que se publican diariamente. Para completar mi afición a esos cacharros mi trabajo (y mi caradura) me permiten toquetear varios de los dispositivos de última hornada, asi que he podido trastear en un Iphone X, en un Galaxy Note 8, en sus hermanos pequeños S8 y S8+, verdaderas preciosidades a las que en mis cinco minutos de gloria intento buscar sus puntos débiles y fuertes, topes de gama a los que los medios se encargan de crear expectación y que en muchos casos cuestan mas de lo que nos pagan por un mes entero de trabajo.
    Que conste que defiendo este tipo de dispositivos. Al final es un aparato con el que pasaremos la mayor parte del día y con el que realizaremos una gran parte de las actividades, así que no creo que haya que comprarse el mas barato sino el que se ajuste a las necesidades que tenemos, lo que en muchos casos nos obligará a pasar por caja y desembolsar una buena suma. En mi caso debe sacar buenas fotos, ser fluido y cargarse lo mas rápido posible, lo cual, siendo realistas, reduce el espectro de opciones.

Uno, que se deja llevar por las modas y lee cada día este tipo de noticias, piensa que ya tiene un teléfono viejo, casi obsoleto y que dentro de poco debería cambiarlo por otro que reúna las mismas características, pero mejor. La sorpresa llega cuando en la vida real puedo comprobar como esa supuesta mejoría no es tal. La supuesta superioridad de los novedosos gama alta se diluye rápidamente en cifras de mediciones, test de rendimiento, pantallas sin marcos y cámaras dobles, superioridad que no es tal para la inmensa mayoría de los usuarios, una especie de humo y expectativas que se esfuman en la mano.
 
    Pues si, puede que mi "viejo" Nexus no sea tan pintón como los nuevos, pero todavía le queda guerra que dar y después de las novedades de este 2018 he llegado a la conclusión de que desde hace unos tres años no ha habido cambios significativos en el mercado que motiven el cambio de cierta gama de smarthphones. Nada nuevo bajo el sol salvo un montón de blogeros, youtubers y periodistas creando ese gusanillo, que una vez que entra en nuestra cabeza, hace felices a los chic@s de X marcas, incrementando sus ventas. Bueno, no exactamente...de los tres Galaxy S8 que he visto a conocidos o clientes, dos ya necesitan un cambio de pantalla, y la delicadeza, aunque sea novedosa, no me parece un valor reseñable.

   Por otro lado la fragmentación que sufren los Android hace que muy pocos cuenten a día de hoy con las últimas versiones de S.O y aunque muchas veces los fabricantes suplen esas carencias con funciones propias, no deja de ser un punto en contra a la hora de renovar ( el Nexus sigue más actualizado ). Y las otras propuestas que nos trae el mercado, o no son tan necesarias ( doble cámara )  o son directamente contraproducentes ( todo pantalla, cristal ) aunque ciertamente llamativas.

Y si estáis pensando que estoy de alguna manera convencido de que mi teléfono es mejor que los actuales... os estáis equivocando, tan solo se trata de una reflexión sobre el uso que doy a mi terminal y que podría aportarme un gama alta a día de hoy de forma evidente. ¿ Que si se rompe y lo tengo que cambiar? Pues uno de los nuevos...





 

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