Un motero cualquiera.
Ser motero no es fácil. No, no lo es. Mucha gente cree que somos como somos porque queremos, pero no. Ser motero es una especie de maldición que se sufre desde que naces... Desde luego, cualquiera de vosotros puede comprobarlo. Solo tenéis que poner a un bebe frente a una moto y veréis. Su expresión cambia, no pueden dejar de mirarla, se giran, la señalan, algunos incluso dicen sus primeras palabras en esos momentos, en fin, pura magia.
Los padres, sabedores en su interior de lo que sucede, intentaran durante toda la vida evitar que se acerquen a una e intentan engañarnos desde niños con bicicletas y pesadas motos de plástico sin motor. Todo es una estudiada maniobra para que dejes de desear una moto de verdad y pienses que son un hierro inmundo...
Pero ese empeño es infructuoso. Tu esperas a tener la bici para sentir la aceleración, el viento, para darle gas al puño hasta que se afloja (después es todavía mejor...), para ir haciendo ruiditos con la boca y percibir todas esas sensaciones motociclisticas. Todas, incluso cuando te dejas la piel en el asfalto y te partes los dientes... Así las cosas, tus padres están en casa tranquilos y tu, al menos en tu imaginación, ya estas montando en moto e imaginándote como conquistas a las chicas con ella dando acelerones en vacío.
Cuando eres un poco mayor, hacia los catorce en mi caso, es fácil convencerles de que necesitas una moto. El instituto, los desplazamientos y la importancia de que tus padres no tendrán que andar pendientes de llevarte a todas partes, pondrán el vehículo a tu alcance. En este punto es muy importante que el modelo que elijas sea económico y nada prestacional. ¿ Por que ?. Pues muy sencillo. Por una parte te evitarás negativas ante un modelo deportivo, por otra, dichos modelos deportivos no andan nada, además, necesitas que tus padres confíen en ti, y tu quieres ir en moto toda la vida...no? Pues para eso debes evitar darte tortas, por lo menos al principio.
Los primeros días con tu scooter serán inolvidables, tienes la sensación de que puedes ir al fin del mundo. Aquello no cansa como la bici, corre y hace ruido...mmmmm, genial! Hasta que te das cuenta de que no es estable, no corre lo que quisieras y la verdad...quieres una moto gorda.
La moto gorda viene llegando hacia los dieciocho, al menos en mi caso. Como la mayoría, el apoyo de mis padres fue fundamental, no tanto animicamente como económicamente, pero lo cierto es que sin su ayuda no tendría la moto. Y en los tiempos que corren, en los que no te vas de casa hasta los treinta y cinco, esto es más importante si cabe. Esto solo corrobora que el trabajo de confianza que llevé a cabo desde los catorce, ha dado sus frutos ( también el hecho de no haberme dado ninguna piña grande). Así con la peor edad del mundo tendrás tu primera moto gorda...
Como he dicho, ser motero no es fácil. Por una parte quieres hacerle miles de kilómetros, por otra que te dure lo máximo posible. Por una parte quieres una moto deportiva, una trail, una custom y a veces una de campo... Y no olvidemos que sigues en casa de tu padres...y no puedes soportar económicamente tantas motos.
Así que la mayoría nos resignamos a nuestra deportiva, que soporta nuestro exceso de peso en nuestras partes blandas de entrepierna y nuestras agerridas muñecas de levantador de cerveza en barra fija. Y digo la mayoría porque en España, durante los últimos años, fueron las motos más vendidas... Cosa que no entiendo, ya que la carretera está plagada de radares y guardarrailes asesinos, cochecitos sin carnet y cosas así, que te impiden pasar de tercera. Lo de" levantador de cerveza"...necesita aclaración: todos los moteros beben cerveza, y si no, beben cualquier otra cosa, pero definiendo el acto como "tomar unas cañas". Ëstas, (las cañas), ejercen un curioso efecto sobre nosotros...y es un placer, la verdad. Las curvas comienzan a trazarse cada vez a mayor velocidad, las frenadas cada vez mas tarde y las velocidades punta exceden puntualmente las posibilidades del motor, vamos, un órdago de pilotaje en el que diferentes estilos de motos y pilotos se enfrentan en la lucha por la maniobra mas llamativa... que termina cuando la mujer de alguno de nosotros viene a buscarlo al bar.
Pero no todos vamos por ese camino, no. Hay quien es más duro, de verdad, quien pasa del mono de cuero y el casco integral para abrazar el viento y sentir la moto en su mas básica acepción. Los que llevan una custom son de lo más valiente que existe. Para ello debes tener buena circulación en los brazos, ganas de comerte mosquitos y buena tolerancia al agua. Cuero con frio o calor y ruido de bicilindrico entre las piernas...no es fácil. Y aquí, la pericia en el pilotaje no vale para mucho, así que la cerveza no les hace mejores pilotos, solo potencia la dureza natural de estos moteros (también les vuelve más críticos con la música). Aparte de lo que deben de doler todos esos tatuajes...
Luego van esos otros, los de las trail, esos que van con pinta de irse al Dakar, con sus maletones de aluminio, sus trajes multibolsillos de aventura...Alguna vez os habéis preguntado que es lo que llevan en las maletas?¿O para que necesitan tantos bolsillos? Imaginad que les da por meter cosas en todos ellos... Un día de estos, si veo uno, le pregunto y me quito la duda, pero hasta entonces seguiré pensando que lleven cosas como kits de supervivencia, linternas, ropa técnica y comida deshidratada, y que al cabo de un rato de verles pasar se adentrarán en una pista forestal infinita llena de aventuras.
Desde luego, hay tantos tipos de uso y de motos como moteros, los anteriores son solo unos en los que te arriesgas a convertirte... Es posible que en tu trayectoria seas uno de ellos, u otro modelo, o una mezcla de ellos, o que vayas pasando de unos a otros estilos hasta encontrar el tuyo. Embarrado, de cuero, de cordura o en traje, en bermudas o vaqueros, así, ese niño que acelera la bicicleta es ahora un motero puro y duro, duro y sin un duro, pero...para que quieres dinero, pudiendo tener una moto.
Los padres, sabedores en su interior de lo que sucede, intentaran durante toda la vida evitar que se acerquen a una e intentan engañarnos desde niños con bicicletas y pesadas motos de plástico sin motor. Todo es una estudiada maniobra para que dejes de desear una moto de verdad y pienses que son un hierro inmundo...
Pero ese empeño es infructuoso. Tu esperas a tener la bici para sentir la aceleración, el viento, para darle gas al puño hasta que se afloja (después es todavía mejor...), para ir haciendo ruiditos con la boca y percibir todas esas sensaciones motociclisticas. Todas, incluso cuando te dejas la piel en el asfalto y te partes los dientes... Así las cosas, tus padres están en casa tranquilos y tu, al menos en tu imaginación, ya estas montando en moto e imaginándote como conquistas a las chicas con ella dando acelerones en vacío.
Cuando eres un poco mayor, hacia los catorce en mi caso, es fácil convencerles de que necesitas una moto. El instituto, los desplazamientos y la importancia de que tus padres no tendrán que andar pendientes de llevarte a todas partes, pondrán el vehículo a tu alcance. En este punto es muy importante que el modelo que elijas sea económico y nada prestacional. ¿ Por que ?. Pues muy sencillo. Por una parte te evitarás negativas ante un modelo deportivo, por otra, dichos modelos deportivos no andan nada, además, necesitas que tus padres confíen en ti, y tu quieres ir en moto toda la vida...no? Pues para eso debes evitar darte tortas, por lo menos al principio.
Los primeros días con tu scooter serán inolvidables, tienes la sensación de que puedes ir al fin del mundo. Aquello no cansa como la bici, corre y hace ruido...mmmmm, genial! Hasta que te das cuenta de que no es estable, no corre lo que quisieras y la verdad...quieres una moto gorda.
La moto gorda viene llegando hacia los dieciocho, al menos en mi caso. Como la mayoría, el apoyo de mis padres fue fundamental, no tanto animicamente como económicamente, pero lo cierto es que sin su ayuda no tendría la moto. Y en los tiempos que corren, en los que no te vas de casa hasta los treinta y cinco, esto es más importante si cabe. Esto solo corrobora que el trabajo de confianza que llevé a cabo desde los catorce, ha dado sus frutos ( también el hecho de no haberme dado ninguna piña grande). Así con la peor edad del mundo tendrás tu primera moto gorda...
Como he dicho, ser motero no es fácil. Por una parte quieres hacerle miles de kilómetros, por otra que te dure lo máximo posible. Por una parte quieres una moto deportiva, una trail, una custom y a veces una de campo... Y no olvidemos que sigues en casa de tu padres...y no puedes soportar económicamente tantas motos.
Así que la mayoría nos resignamos a nuestra deportiva, que soporta nuestro exceso de peso en nuestras partes blandas de entrepierna y nuestras agerridas muñecas de levantador de cerveza en barra fija. Y digo la mayoría porque en España, durante los últimos años, fueron las motos más vendidas... Cosa que no entiendo, ya que la carretera está plagada de radares y guardarrailes asesinos, cochecitos sin carnet y cosas así, que te impiden pasar de tercera. Lo de" levantador de cerveza"...necesita aclaración: todos los moteros beben cerveza, y si no, beben cualquier otra cosa, pero definiendo el acto como "tomar unas cañas". Ëstas, (las cañas), ejercen un curioso efecto sobre nosotros...y es un placer, la verdad. Las curvas comienzan a trazarse cada vez a mayor velocidad, las frenadas cada vez mas tarde y las velocidades punta exceden puntualmente las posibilidades del motor, vamos, un órdago de pilotaje en el que diferentes estilos de motos y pilotos se enfrentan en la lucha por la maniobra mas llamativa... que termina cuando la mujer de alguno de nosotros viene a buscarlo al bar.
Pero no todos vamos por ese camino, no. Hay quien es más duro, de verdad, quien pasa del mono de cuero y el casco integral para abrazar el viento y sentir la moto en su mas básica acepción. Los que llevan una custom son de lo más valiente que existe. Para ello debes tener buena circulación en los brazos, ganas de comerte mosquitos y buena tolerancia al agua. Cuero con frio o calor y ruido de bicilindrico entre las piernas...no es fácil. Y aquí, la pericia en el pilotaje no vale para mucho, así que la cerveza no les hace mejores pilotos, solo potencia la dureza natural de estos moteros (también les vuelve más críticos con la música). Aparte de lo que deben de doler todos esos tatuajes...
Luego van esos otros, los de las trail, esos que van con pinta de irse al Dakar, con sus maletones de aluminio, sus trajes multibolsillos de aventura...Alguna vez os habéis preguntado que es lo que llevan en las maletas?¿O para que necesitan tantos bolsillos? Imaginad que les da por meter cosas en todos ellos... Un día de estos, si veo uno, le pregunto y me quito la duda, pero hasta entonces seguiré pensando que lleven cosas como kits de supervivencia, linternas, ropa técnica y comida deshidratada, y que al cabo de un rato de verles pasar se adentrarán en una pista forestal infinita llena de aventuras.
Desde luego, hay tantos tipos de uso y de motos como moteros, los anteriores son solo unos en los que te arriesgas a convertirte... Es posible que en tu trayectoria seas uno de ellos, u otro modelo, o una mezcla de ellos, o que vayas pasando de unos a otros estilos hasta encontrar el tuyo. Embarrado, de cuero, de cordura o en traje, en bermudas o vaqueros, así, ese niño que acelera la bicicleta es ahora un motero puro y duro, duro y sin un duro, pero...para que quieres dinero, pudiendo tener una moto.
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