Para mi amiga Laika.

No todos los dias aprendemos algo en esta vida. Unos no queremos, otros no podemos y otros, por suerte, podemos, y supongo que de alguna forma, lo deseamos. Os voi a contar la historia de una amiga.

      Ella llego a mi familia hace mas de seis años, estaba enferma y los suyos le habian dado de lado. Coja, desaliñada y asustada, vagaba sin rumbo, probablemente sin creer en un destino y recelando de las personas. Creo que esperaba el fin de sus dias en soledad, o que ya estaba demasiado debil para intentar seguir luchando.

       La primera vez que la vi, merodeaba cerca de mi lugar de trabajo, y a pesar de lo maltrecha que estaba, seguia siendo linda y parecia tener buen corazón. Era imposible acercarse a ella, si lo haciamos, corria a internarse en el bosque. Poco a poco, entre mi madre, Sole y yo, con paciencia y magdalenas (le encantan, pero no le convienen los dulces...), conseguimos unos primeros y timidos acercamientos. Poco a poco se fue integrando, aceptando nuestra comida y acompañandonos en el dia a dia. Su salud mejoro muchisimo, su animo tambien, y es a dia de hoy que, apesar de su enfermedad, nos da lecciones de fortaleza y alegria ante la adversidad. Jugetona, muy buena compañera y una guardiana sin igual, aceptó siempre de buen grado cualquier exigencia a la que la sometimos y a pesar del deterioro actual de su salud, sigue siendo muy afectuosa.

       Es probable que no le hayamos dado todas las comodidades que deberiamos, ella camina libre y decide a donde quiere ir, no le gustan mucho los baños, asi que no se baña demasiado, pero recibe los afectos de toda la familia, el alimento y los cuidados medicos que necesita. Laika es especial para nosotros y para mucha gente, esta en un lugar de paso bastante concurrido y ella lo sabe. Empatiza de forma especial con mi madre, y si alguien no le cae bien a ella, Laika la secunda con sus ladridos. Hasta el dia de hoy nunca ha hecho daño a nadie, y ha estado en contacto con mucha gente, desde niños hasta algun que otro señor que ha bebido de mas. Como digo, nunca se ha mostrado agresiva con nadie y la unica molestia que ha podido causar han sido sus ladridos.
      En algunos programas de television, guias y libros, se insiste en la necesidad de educar correctamente a los perros para evitar problemas con la sociedad. Me pregunto muchas veces si las "personas" que abandonaron a Laika se tomaron la molestia de educarla, o si ella es autodidacta. Si lo hicieron alguna vez, chapeau. Debieron enseñarle a responder al nonbre que mi madre le puso, tambien a no morder,ni siquiera a emitir un gruñido o una queja a mi hermana cuando le quita la comida de la boca, debieron enseñarle a ladrar a cualquier extraño cuando no hay nadie de la familia en los alrrededores, o cuando el restaurante esta cerrado, debieron enseñarle a ser afectuosa con personas a las que hace meses que no ve, como Sole, reconociendola y alegrandose de verla, tambien debieron decirle cual era su finca, como cruzar la calle cuando vienen coches. Si fue asi...¿Que esperaban de ella? ¿Por que la abandonaron? Quizás esta pregunta deberíamos hacérnosla de forma general. ¿Que esperamos de nuestros perros?
       Hace unas semanas, la salud de Laika se resintió. Estaba desanimada y comenzó a cojear hasta que casi no apoyaba el pie en el suelo. Se tiraba casi todo el día acostada y apenas comía, así que decidimos llevarla al veterinario. Esta enferma, parece ser que tiene un tumor muy extendido que le afecta a la movilidad de la pata delantera izquierda. De nuevo, el día que la llevamos al medico, nos sorprendió. Nunca había ido en coche ni a la consulta, y como siempre, su comportamiento fue ejemplar en ambos casos.
       Ahora esta con medicación. Se ha recuperado mucho, vuelve a caminar y ejerce su labor de "vigilante", no sabemos cuanto podrá seguir, pero si sabemos, todos en mi familia, que cada vez que nos mira esta diciendo "gracias por todo".

      Personalmente quiero aprender de ella, de todo lo que nos dio, de todo lo que le dimos, de lo que quedó por darle, de su paciencia, de su bondad, de su alegría de vivir y de que haya estado en nuestras vidas ocupando su sitio, el que ella encontró y que estaba ahí esperándola. No te olvidaremos.