Muerte en el mar

     Como seguramente muchos sabéis, el mar se ha cobrado cuatro vidas esta semana pasada en la playa de Orzan, arenal situado frente a la ciudad de A Coruña. Poco hay que decir que no se haya dicho ya sobre el cumplimiento del deber, sobre la irresponsabilidad o sobre el estado de los chicos que estaban en el agua cuando llegaron los policías, sobre el método que usaron para rescatarlos y sobre su efectividad.
        Y da igual. Con una noticia así, todo el mundo hablara, tendrá una opinión basada en sus propios criterios, y les considerara héroes o irresponsables. Hacer una reconstrucción de los hechos (como se hace en la calle, en las conversaciones de bar ) es muy difícil, pero en mi opinión, hay una cosa que si esta clara. Es la calidad humana de los rescatadores. Policías o no, una persona que se lanza al agua, como sea, para sacar a otro, aun desconocido, a un compañero o aun amigo tiene un gran valor. Seguramente no pensaron en que iban a perder la vida en ello, teniendo como único objetivo sacarlos del agua, pero somos Gallegos, y poco o mucho, sabemos como se las juega el mar. Sabemos que pelear mas de dos minutos en contra de una corriente te agota, sabemos lo que es la resaca, el oleaje y las personas que se come el mar año tras año. Pero también sabemos lo que es abrazar a un amigo después de una situación así, sabemos que no debemos dejar que alguien perezca si albergamos la esperanza de poder ayudarlo, y esto, hoy en día, en esta sociedad que mira fijamente a su teléfono móvil, que no sabe quien es su vecino, que no se da por nada ni por nadie, es una luz entre las sombras. Hace unos años,en una playa cercana (esteiro de Xove) estuve a punto de ahogarme por intentar ayudar a un compañero. Quiero aprovechar para agradecer desde aquí a Juan, el haberme rescatado con su tabla de surf y haber quedado todo aquello en poco mas que una anécdota, que eso si, todavía me da escalofríos cada vez que la narro. No soy ningún héroe, por supuesto, pero tampoco podía dejar a mi compañero a su suerte. Nunca pensé que la situación me superaría, podía tocar con la punta de los pies la arena del fondo, y estaba a unos diez metros de la orilla, nunca vi mayor peligro, no había alertas, solo la marea bajando y cinco personas jugando en el agua, pero la combinación de olas rompiéndome encima y la potente resaca que me arrastraba fuera lograron agotarme en pocos minutos. Lo demás no ocurre en tiempo real.....al limite comienzas a pensar de forma acelerada, en tus cosas personales y en conseguir un poco de aire, pero eso no dura mucho.
     Aquí el héroe fue Juan, el había recogido su tabla y, al verme en apuros (Marcio había conseguido llegar a unas rocas ) fue a por mi, y agarrado a la tabla conseguimos llegar a la orilla. Fue un héroe sin mas, sin buscarlo, sin reconocimiento publico,como lo habrían sido los policías fallecidos si todo hubiera salido bien.

      No hay duda de su calidad humana, han entregado su bien mas preciado para intentar salvar a otros. Cualquier otra consideración, sobra.

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