El suero de la verdad.
Alfredo se sienta frente a mi, abrimos las primeras cervezas mientras damos cuenta de un cuenco de aceitunas y los primeros tragos se ocupan de la sed de un día de trabajo no demasiado pesado, si un poco largo. Las segundas sueltan unn poco nuestras lenguas y las respectivas visiones de la vida se ponen sobre la mesa, las mujeres se nombran por orden de atractivo, los conocidos y los negocios por orden de cercania e importancia. Las terceras nos llevan a cifras elevadas, a amigos importantes y a chicas cada vez más guapas, a rememorar tiempos pasados y en un momento Fran aparece en escena. No ha venido a tomarse las cervezas, solo ha aparecido en nuestra memoria…ahora ya vamos por la cuarta y nos permitimos todo tipo de licencias a la hora de atribuirle negocios, exitos, fracasos y relaciones. Fran es definitivamente un tipo de éxito, como ya lo era su padre, su abuelo, como no podría ser de otra manera. “Unos nacen con estrella y otros…estrellados”. La quinta ce...